Hazañas del deporte. Derek Redmond

"El mayor espectáculo es un hombre esforzado luchando contra la adversidad; pero hay otro aún más grande: ver a otro hombre lanzarse en su ayuda"
Oliver Goldsmith

La historia y gran hazaña de Derek Redmond marcó al Deporte y será recordada por el resto de los tiempos como uno de los grandes ejemplos de levantarse ante la adversidad y el gran amor entre padre e hijo.

Derek Redmond era considerado uno de los más grandes velocistas europeos, en Seúl 88, iba competir y en pleno calentamiento se lesionó, pero no se desesperó ni entro en agonía, ya que era muy joven y el futuro le pertenecía.

Cuatro años más tarde en Barcelona 92, se enfrentaría con su destino, era considerado medallista de plata. En las primeras dos rondas, avanzó sin desgaste, pero llegaría la semifinal y comenta Derek;

"Recuerdo que llevaba un ritmo como en las carreras anteriores, todo iba bien y me sentía ligero sobre mis piernas, todo era perfecto pero en el metro 150 escuché un sonido, algo que tronó, pensé que venía de la tribuna, después pensé en concentrarme y seguir adelante, pero a la tercera zancada sentí como un cuchillo que se me metía en la rodilla. Tuve que agacharme y en mi mente me lamentaba, diciéndole a Dios ¿por qué otra vez? ¿yo qué hice? en seguida me levanté y pensaba en correr para volver a la final, pero las piernas no me respondían"

Derek Redmond intentó recuperarse, pero se le veía descompuesto, se veía en agonía, luchando como nunca había luchado, con el objetivo de terminar.

De repente entra una persona a la pista, corriendo con desesperación a ayudarlo, era su padre que fue a apoyarlo en esa situación y convencerlo en que no se expusiera, pero Derek estaba convencido en terminar, entonces su padre le dijo; 

"Apóyate en mi, esta carrera la empezamos juntos y la terminamos juntos"

Derek comenta que en ese momento se perdió, volvió a ser un niño, recargado en su padre y escuchándolo diciendo que el era campeón, ya lo ha demostrado.

Definitivamente una hazaña deportiva, porque no sólo es correr una competición, sino todas las veces que Derek tuvo que madrugar para entrenar, esforzarse, sacrificarse los 365 días del año... y en un momento decisivo, suceden tragedias, donde se pone a prueba el carácter del hombre. La lucha de Derek es una gran inspiración pero también lo es el hombre que salto de la tribuna a ayudarlo.

Hazañas del deporte. Derek Redmond

@vomarmar